Ver tus ojos con ese brillo dorado
es como ver una barca regresar a lo lejos;
es sentir la soledad tranquila
de los pescadores
en la hora insondable del ocaso.
Y son tus cabellos ondulados
cargados de tristes aromas
como las alcobas abandonadas de los amantes;
aromas que llevaré a las montañas
para formar de nostalgia nuevos paisajes.
Salvador de la Vega
Leave a comment