Mi primer cuerpo es milenario
es el más viejo de mis cuerpos
habita un gran salón
donde dirige una orquesta de mil músicos
que en tres madrugadas
ha logrado reproducir la música de Dios.
El segundo de mis cuerpos
pasea con sus muertos por todos lados
los agasaja con flores de la huerta grande
se sienta en las bancas de piedra
a escuchar sus murmullos
y aprovecha el sol del medio día
para ver con claridad sus expresiones.
El tercer cuerpo de mi persona
tiene salario
un departamento con sala-comedor
y hace veinte años
que se le desbocó un caballo de carreras
a campo abierto.
Armando Ortiz Venegas