VARIACIÓN I
Eras la anunciación de los astros
sobre la hoja en blanco,
punto de partida para un verso
encadenado sin punto final,
metáfora del eterno retorno
el nunca jamás ante el espejo.
Eras el corazón soberano del silencio,
consuelo de las flores sencillas,
canción del viento nocturno,
guiño cómplice del alba,
mariposa de alas húmedas,
oruga de sol en el desierto.
Eras el placer de las palabras y las horas,
rehilete de encuentros aquí y allá
olvidados en el calendario,
listón rojo bordado en tu cintura,
promesa verde retoño
en el desierto de los días.
Eras deseo de mis labios en pena
ansiosos de la vía láctea de tu espalda,
eras el trazo de tinta temeroso
el murmullo de voz contracorriente,
trazo del anhelo convertido en carne
deletreo de tu nombre y tu existencia.
Marlene Diveinz