Un maestro de español en la secundaría decía: “Quien no le gusta la música, no tiene alma”, pero en el caso de narradores, poetas, ensayistas, guionistas, críticos y como rezaba la frase en los sindicatos: “Similares, relacionados y conexos” la cuestión musical va más allá de lo que escucha, puede estar influenciado por esnobismo, costumbrismo, terquedad o la pareja sentimental, lo importante es lo que ellos cantan, el sentimiento externado en forma de tonada, motivado entre otras razones por ilusiones, desencantos, penas, pasiones o perversiones que hacen erupción en un punto determinado del alma. A continuación ejemplos ilustrativos más no limitativos.
“Si nos dejan” de José Alfredo Jiménez, tarareada de forma inconsciente cuando se envía material de autoría propia a un certamen literario o de becas, sin quererlo las fantasías surgen a borbotones en la imaginación, por mas que uno la discipline siempre traiciona recreándose en la ultima estrofa “Si nos dejan, de todo lo demás nos olvidamos”
“Golpes en el Corazón” de los Tigres del Norte con Paulina Rubio. Se entona cuando se han ingerido algunos tragos de alcohol, se recuerda al ingrato colega quien ha despuntado por la razón que sea y este en su nuevo estatus ya no contesta los correos electrónicos, no regresa la llamada aunque se le deje mensaje, en caso de residir fuera si llega a venir a la ciudad, no busca al antiguo compañero de batallas que sigue aquí en la trinchera.
“Like a Rolling Stone” Versión Cantada por Mick Jager no por la voz nasal y chillona de su autor Bob Dylan. Esta pieza lleva una carga de depresión por necesidad, se canta en los momentos cuando el creador literario hace aquello que nunca se pensó iría a hacer, motivado principalmente por las fuerzas del mercado, se acentúa el sentimiento al llegar a las partes, “No direction home, like a complete unknown, like a rolling stone”. Con esto también el literato dentro de su calamidad da a entender que no solo conoce la lengua de Cervantes, sino también la de Shakespeare.
“Piérdeme el respeto” Interpretada por Paquita la del Barrio, es recordada cuando en el pasado se dio una situación sentimental unidireccional con alguien relacionado también con las letras pero nunca correspondió al cariño manifestado debido a la falta de afinidad o de gusto, siempre el oscuro objeto de los deseos se escudo en formas ya fueran según el caso: Caballerosidad inglesa o feminidad victoriana para mantener prudente distancia de atascarse ahora que hay modo.
“Que viva mi desgracia” Versión ranchera, entonada después de un día repleto de calamidades, como remate se entera el falló del esperado certamen o la tan ansiada beca y fue a favor de un colega que le cae mal.
“El viejo era cabrón” de Luis y Julián es un avis rara dentro de las melodías cantadas por literatos, ya que puede ser interpretada por varias partes dentro de un conflicto, por un lado cantaran el titulo de la canción: “Es que el viejo era cabrón” aquellos que no esperaban la reacción fuerte y decidida de alguien que quisieron hacer a un lado o pasar de alguna forma sobre él. A su vez la otra parte quien hace las veces del viejo, para hacer valer su derecho de tanto o antigüedad solo entonará como juramento lanzado al aire: “Van a saber estos batos, quien es el viejo Paulino”, si tiene duda sobre la fidelidad de un amigo seguirá cantando; “Sólo me falta el soplón para acabar de vengarme, según mi punto de vista se me hace que es mi compadre.” Alguien que hay presenciado el evento como testigo, a manera de juglar repetirá: “Paulino se la jugaba y siempre salía vivo” o para rematar los comentarios sobre esa persona: “Siempre fue cabrón Paulino, desde que estuvo en la cuna”.
“Triste canción de amor”, en esta el interprete imitará la voz aguardentosa de Alex Lora de El TRI, para evocar los amores fallidos, no consumados o popularmente llamados imposibles, donde el amor no fue suficiente para vencer los obstáculos y a manera de consuelo se espera que la reencarnación le brinde a quien evoca una segunda oportunidad.
“El Rey” también de José Alfredo Jiménez es un ancla para la autoestima en situaciones de excepción.
La siguiente vez que se tope con un escritor, pregúntele cual es la canción que más canta y la respuesta le mostrara todo lo que él trata de ocultar.
Ricardo Díaz Vázquez