Tuve el honor de reseñar los libros de Dulce María y cerrar el ciclo con una entrevista que me hizo admirarla aun más
Comala: Leí en internet que Eliseo Alberto escribe que Mercedes, tu personaje de Mercedes Luminosa, es casi la misma que tu… ¿Consideras dicho libro o algún otro como una proyección tuya?
Dulce María González: Todo lo que escribimos es proyección de nuestros deseos, nuestra imaginación, nuestras fantasías y emociones, aunque las anécdotas no coincidan con la vida concreta o la situación real. Eso es lo maravilloso de la ficción, la posibilidad de crear mundos a la medida, de experimentar situaciones a las que quizá jamás accederías, de cambiar la dirección de los eventos que te dejaron insatisfecha, etcétera.
Comencé leyendo a Dulce en “El Norte” y luego la conocí en una fiesta, sonriente, amable, divertida. Compre sus libros, quería saber más de ella, mi fascinación por sus letras creció con cada página. Como un ser místico que deseas te instruya.
Reseñe sus novelas para una revista electrónica y conforme lo hacía sentía que me unía a ella, la entrevista fue exquisita, sus palabras precisas y delicadas y por fin sucedió, tuve el honor de leer a su lado uno de mis textos, inspirado por cierto, en una frase de ella que me erizó la piel “A veces hace falta morir” y me maravilla la forma tan sutil y cargada de poder que implica en estas cinco palabras.
Así es Dulce, fuerte, poderosa y delicada, de perfil frágil y majestuoso a la vez. En sus libros puedo desprenderme, logra hacerme viajar a su mundo, en el que pase lo que pase se que Dulce está ahí, detrás de cada letra.
Nunca me ha dado clases, pero con sus libros me ha regalado muchos momentos de aprendizaje y recorro las paredes que describe y disfruto el café humeante que deleita y viajo a través del ventanal que me eleva y me sumerjo junto al trasatlántico que me abandona.
Sus objetivos son claros, la literatura la eligió a ella, su abuelo influyó, no se ve a sí misma de otra manera, escritora por siempre y eso es un regalo para la humanidad, su trascendencia está siendo escrita.
Tanya Ventura