Hoy voy a endulzarte el alma, amor mío
entre la cajeta, la leche, y el rexal
toda mi vida te he de entregar
como un acto de ofrenda ante tu ser angelical.
Hoy he de amarte con la suavidad de la cereza
con su delicioso almibar bañaré tu cuerpo
para después limpiarlo con mis besos
sin dejar rastro alguno de la fruta pasional.
Nos parecemos tanto a la fórmula del pastel
mezcla inigualable, sabor único,
infinidad de ingredientes combinados a la perfección
así es nuestro amor
con perfectas raciones de besos hemos entendido la pasión
nos comunicamos sin hablar,
tal como lo hacen el azucar y la harina
para formar tan suculento pan.
Hoy espero que te guste esta poesía
con sabor al pastel que te regalé
con una taza de café
este amor eterno hay que celebrar.
Salvador Azuara