Me llamas bella cuando soy una Eva desnuda
que muestra de entre su piel, los huesos derruidos… descarnados.
Me nombras y te digo que no, que no lo hagas
y sin embargo, quisiera adornaras mi piel con flores y madrugadas
Llena mis manos de tardes, de abrazos
quiero beberte… desde la hendidura de tu ombligo
hasta la lisura de tu espalda
calarte como fruta fresca
madurarla entre mis ansias
/ que nazcan dentro de mi boca las ganas/
Probarte… respirando el aroma que de ti se escapa
saber que te quedaste en un semáforo descompuesto por la mañana
oler de ti tus nostalgias
si traes crema de afeitar… oh lavanda
respirarte a miel, ajenjo o flores blancas.
Quiero ser en ti amaneceres … que sucumba el latido
o que la piel reclame y se niegue a morir
quiero que lamas las heridas …párchame
construye y reconstruye
/empapela y cubre de escarchas/
resana las heridas de mi pecho y espalda
para que al corazón ya no caiga
engaña por un momento a mi tristeza
dile que la felicidad aún es posible.
Pero te digo que no, que no lo hagas.
Eva Trujillo